lunes, 29 de diciembre de 2008

Me regalaste vida.

Invierno en las antípodas. Aquí hace calor, y se deja la ventana abierta para el violador de sueños. Él se sienta en la cama, a tu lado. Y te destapa. Y te dibuja el cuerpo a base de caricias. Sus manos te queman la piel. Pero cuando te despiertas bañada en sudor, no ves a nadie. Te levantas y te aceras a la ventana en un absurdo intento de refrescarte...
... y entonces te tapan los ojos. Sabes quién es sólo por su olor. Intentas destaparte los ojos, pero te agarra la mano. Intentas tocarle con la otra, pero puede contigo. Y mientras luchas con las ganas de rendirte, él no deja de besarte el cuello.
Cuando le gimes que no aguantas más sin verlo, te suelta. Te giras, y el deseo en su mirada es una ola de calor. Lo llevas a la cama, llenándolo de besos. Se tumba, y tú te sientas encima. Le miras a los ojos, y le preguntas "por qué"...
- Te estoy regalando la vida que sueñas...


Por fin, valiente. Por fin saltaste por la ventana.

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