sábado, 28 de febrero de 2009

Peligro, Pistolas, Puertas.


Rise Against - Behind closed doors

... we have no obligations to stay alive ...

Sirenas y más sirenas aumentando de volumen cada segundo que pasaba. Tú y yo corriendo de la mano, sabiendo que para lo único que nos serviría sería para alargar un poco (demasiado poco) la agonía de ser los únicos espectadores del fin del mundo (del fin de nuestro mundo).
Llegamos a la puerta antes que ellos. Y entramos, corriendo. Y mientras nosotros bloqueamos la séptima puerta, ellos acababan de abrir la primera. Yo estaba sentada en la cama, con la cabeza entre las manos, muerta de cansancio, miedo, desesperación, angustia nervios ira dolor y pena. Sobre todo pena, por no haber aprovechado el poco tiempo que había tenido. Tú te giraste, me miraste y viniste a acariciarme.
(Segunda puerta abierta)
Me agarraste la cara con las dos manos, y me besaste, me lamiste, me mordiste, con más ganas de las que me habías demostrado nunca. Me levanté de la cama, y conseguí empujarte y tumbarte.
(Tercera puerta abierta)
Te quité toda la ropa mientras besé cada poro de tu piel. Te miré con ganas, tú sonreíste y de un empujón te pusiste encima de mí.
(Cuarta puerta abierta)
Conseguiste desnudarme con un par de tirones y me miraste ansioso, sabiendo que sólo ahora podrías hacer lo que no te habrías atrevido a hacer antes. Y no sería yo quien te dijera que no. Era tuya, totalmente tuya. Al menos 3 puertas más...
(Quinta puerta abierta)
Me miraste a los ojos hasta que el fuego que salía por los tuyos se me hizo insoportable y te besé. Y me dijiste te quiero con una voz tan dulce que ni siquiera parecía tuya.
(Sexta puerta abierta, estaban llegando... )
No supimos el momento en el que dejamos de ser dos cuerpos para ser sólo uno, para unirnos igual que se habían unido nuestras almas. No supimos el momento exacto en el que empezamos con aquel vaivén desgarrador; sólo supimos que todo acabó con dos gemidos al unísono, medio segundo después de abrirse la séptima puerta, y trece milésimas de segundo antes de que una bala impactara en cada cabeza y otra en cada corazón.

"Moriré antes de que me maten. Mataré antes de morir. "


Bullet For My Valentine - Tears don't fall

lunes, 23 de febrero de 2009

El nudo.

Nudo

El nudo que a ti ayer te cortó la digestión, es el que me ahoga hoy a mí. Es el que deja sin circulación mi cabeza, el que hace que todo gire y dé vueltas cuando estoy a tu lado. El nudo que siempre pensé que harías tú, y que acabé haciendo yo. Porque no eres tú el que me ata, esta vez soy yo quien ha elegido. Esta vez...

... esta vez me he quedado sin palabras.



I wish I knew you before...

Amy Macdonald - Mr Rock & Roll

Vives.

Pero vives sin tener muy claro por qué, ni para quién. No entiendes qué sentido tiene una vida tan efímera como la de un gato atropellado. Que, igual que viene, se va. O incluso más rápido. Quieres una inmortalidad que no alcanzas, te planteas dejar de vivir sólo por existir, sin ninguna otra razón que escuchar un reloj que nunca deja de sonar. Un segundero implacable, que se va comiendo sin compasión tus relativamente pocos segundos de vida. Los felices y los tristes. Los que aprovechas, los que desperdicias llorando y lamentándote de que nunca serán suficientes. Ves que nadie piensa en la muerte tanto ni tan intensamente como tú. Ves la gente feliz, riendo sin ningún sentido, sólo por estar vivos. Y tú... tú ahí, en un puto rincón del mundo, rabiosa por saber que no lograrás despreocuparte como ellos. Y lo preparas todo para ser, hasta cierto punto, inmortal. Conoces gente, y les haces pensar. Haces que, pase lo que pase, te recuerden en ciertos momentos de la vida. Les cambias los esquemas y la forma de pensar. Escribes. No sabes qué ni para quién, pero escribes. Sólo dejas que tus dedos plasmen las palabras que se atropellan en tu cabeza. Intentas crear un "tú" inolvidable, porque crees que al final la única muerte posible es el olvido. Y el día que crees que al menos alguien te recordará siempre, lo preparas todo. Lo dejas todo listo para que nadie se preocupe más de lo necesario por tu desaparición. Pero no contabas con él. De camino a casa, de camino a la muerte, él se cruzó en tu camino. No le miraste, ni te miró él a ti. Pero vuestros antebrazos se rozaron, y vuestras almas dieron media vuelta con tanta fuerza que no pudisteis impedir girar vuestras cabezas para ver quién había sido el culpable de que ahora te costara más seguir caminando tan decidida hacia el fin.
Él. Nunca le llamaste por su nombre. Siempre fue Cariño, o Cielo. A veces fue Corazón. Otras veces fue sólo un gemido en mitad de la noche. Para los demás, era simplemente Él. Para tí lo era todo. Fue el extraño que se interesó por la chica de ojeras profundas y mirada triste, la chica despeinada de aire despistado. Él hizo que entendieras lo que hacía sonreír a la gente, lo que les hacía vivir y no temer a la muerte; lo único que puede hacernos inmortales. Él hizo que descubrieras el amor.

viernes, 20 de febrero de 2009

Suspiros

Sonaron siete silencios sexualmente sobrecargados,
sangraron sus sábanas sensuales sueños simulados,
sintieron sinuosas siluetas soplando sofocos suavizados,
soleados septiembres supieron secar sudores saturados;
sensaciones supersticiosas sobre sedentarios solteros sobresaltados,
suprimieron sabias señoras sus sentimientos sobradamente saciados,
silbaron sensatas sirenas sufrimientos susurrados,
suplieron sutiles sábados sistemáticamente sexualizados...






I just wanna take you to the good life: la dolce vita
Come and run away with me...
I just wanna see a smile back on your face, baby.
... if you just say a word and we'll get away from here, off to live the good life.

Sarah Connor - Dolce vita

domingo, 8 de febrero de 2009

Otra tarde más.


Music


Sábado por la tarde. Tengo cero ganas de salir de casa. Lo único que quiero es tumbarme en el sofá a ver una peli, o en la cama simplemente escuchando música... Tú puedes creer que es aburrido, pero a mí me relaja ver la vida pasar.
Pero no quiero verla pasar sola, quiero estar con alguien, alguien a quien pueda abrazar, alguien que me de un poquito de amor, un par de besos, alguna caricia...
Contradicciones de la vida, hoy toca salir del refugio: he quedado.
Estaba a punto de salir cuando me llega un mensaje al móvil: "Hoy no podemos quedar, ya te contaré". Pensé: "genial, me quedo en casa, justo lo que me apetecía... " Y una mierda. Ya no me apetecía quedarme sola.
Mientras doy vueltas por casa pensando qué hacer, suena el timbre. Últimamente los vecinos llaman cada día, así que ni siquiera hice el amago de querer abrir la puerta y esperé a que se fuera. Pero volvían a llamar, cada vez con más insistencia, y, cansada de oír el ruido que perturbaba mi tranquilidad y mi mente, fui a ver quién era. Abrí la puerta inmediatamente con una sorpresa inevitable, era ella...
- ¿Qué haces aquí?
- Vengo a verte, he pensado que te apetecería...
En cuanto cerré la puerta, se quitó la chaqueta, sorprendiéndome una segunda vez. "¿Dónde estaba su ropa?".
Me miró sin decirme nada, se acercó hasta mí, la agarré por la espalda, a la altura de la cintura, y en otro impulso rocé el cuello con mi mano hasta tocar su pelo; siempre le gustó que le dieran los besos así. Nos pasamos la tarde piel contra piel en el sillón, recibí más amor del que pedía, más besos de los necesitados y caricias infinitas, me dejó abrazarla y corresponderla como se merecía, dándole las gracias por aquella tarde.
Dije una última cosa, antes de dejarme llevar por el anochecer:
- Mañana te espera tu sorpresa. Quédate a dormir...