lunes, 15 de diciembre de 2008

Dos almas en una vida.

De lunes a viernes universidad, clases, teoría, prácticas, más prácticas, pasar apuntes a limpio, estudiar mucho y dormir poco. Dolor de cabeza los miércoles por la tarde. Alemán los viernes por la tarde. Los viernes por la noche no sales, porque estás tan cansada que sólo tienes ganas de dormir.
Sábado. Madrugar. Estudiar. Las prácticas, acabarlas de una vez. Comer, en familia. Y volver a estudiar con la comida todavía en el esófago. Cenar. Ducharse intentando quitarse de encima el dolor de cabeza. Quedar. Salir. Por fin un poco de relax... Volver a casa a las 4 y pico, cansada, pensando que harías cualquier cosa por no tener que volver a casa una noche. Sólo una noche...
Domingo. Levantarse lo más pronto posible, con más cansancio aún que un lunes, desayunar algo y ponerse a estudiar en un desesperado intento de poner todo al día antes de empezar la semana. Comer, y otra vez a estudiar con la comida todavía en el esófago. Cenar, acabar las prácticas y entregarlas cinco minutos antes de las doce. Cinco minutos antes de la fecha límite. Ducharse y querer que mañana sea sábado por la noche otra vez. Y pasado. Y siempre. Acostarse y pensar que tienes que estudiar un poco más de lo que estudias para acabar pronto y poder irte a vivir a otro sitio. Cambiar de vida, no de compañía. Pensar en él mientras cierras los ojos y piensas: joder, y mañana lunes otra vez...
Y sueñas que descansas, porque en la vida real no puedes. Sueñas que sueñas que vuelas, que sientes, que disfrutas, que ves una película de esas geniales que sólo encuentras una vez al año.
Sueñas que confundes copos de nieve con besos, y sales a la calle a disfrutar del temporal, y a dejar que no quede seco ni un solo poro de tu piel. Sueñas que confundes bolazos de nieve con orgasmos. Sueñas que te tumbas sobre la nieve con una sonrisa enorme en la cara, mientras disfrutas de los copos de nieve que caen suaves sobre ti, y de las bolas que él te tira intentando despertarte... Porque no hay mejor despertar que con él al lado. Y abres los ojos y te deslumbra la luz de la luna. De esa luna que él ha subido para ti, porque te encanta.
Dos vidas. Eres consciente de que vives dos vidas. La que tienes que vivir, real. Y la que realmente quieres vivir, soñando.

2 comentarios:

Racxo dijo...

gualizoee!! no sabia que tenias blog ^^ ya te pongo yo en favoritos :P

Lo escribes todo desde el mac? :) xD

Carlos dijo...

Me encanta este en especial, me identifico muchísimo :)